EN BELÉN Y DE ARANJUEZ SE ESTRENARÁN 21 PARADEROS. USUARIOS A TOMAR EJEMPLO.
La construcción de 21 nuevos paraderos en las cuencas 3 Belén y 6 Aranjuez y le entrada en operación el próximo 22 de octubre de las rutas alimentadoras, son el nuevo reto para la cultura ciudadana.
Si usted estaba acostumbrado a salir de la casa y ponerle la mano al bus, le llegó la hora de poner de su parte para que el transporte público mejore y sea lo que toda la ciudad quiere.
Ahora los buses identificados con los colores del metro sólo se detendrán en esos puntos y de su orden y disciplina depende que los buses cumplan sus horarios.
“Los paraderos se ubicarán en unas distancias de entre 300 ó 400 metros”, explicó Liliana Sierra, líder de programa de la Secretaría de Movilidad.
Con una inversión de 2 mil millones de pesos, unos paraderos serán nuevos y otros adecuados para que se adapten a usuarios como personas con movilidad reducida o discapacidad.
“Un paradero no necesariamente debe ser una gran estructura, puede ser un poste con información de que allí se detiene el bus”, precisó el ingeniero e investigador de la Universidad Nacional, Iván Sarmiento Ordosgoitia.
Sin embargo, la construcción de estas infraestructuras requiere que los ciudadanos pongan de su parte, caminen hasta allí para tomar el bus y solo bajen en ellos.
De esa disciplina dependerá que las frecuencias de las rutas se cumplan, un beneficio que todos esperan se cumpla: saber cuándo pasa el bus.
La construcción de 21 nuevos paraderos en las cuencas 3 Belén y 6 Aranjuez y le entrada en operación el próximo 22 de octubre de las rutas alimentadoras, son el nuevo reto para la cultura ciudadana.
Si usted estaba acostumbrado a salir de la casa y ponerle la mano al bus, le llegó la hora de poner de su parte para que el transporte público mejore y sea lo que toda la ciudad quiere.
Ahora los buses identificados con los colores del metro sólo se detendrán en esos puntos y de su orden y disciplina depende que los buses cumplan sus horarios.
“Los paraderos se ubicarán en unas distancias de entre 300 ó 400 metros”, explicó Liliana Sierra, líder de programa de la Secretaría de Movilidad.
Con una inversión de 2 mil millones de pesos, unos paraderos serán nuevos y otros adecuados para que se adapten a usuarios como personas con movilidad reducida o discapacidad.
“Un paradero no necesariamente debe ser una gran estructura, puede ser un poste con información de que allí se detiene el bus”, precisó el ingeniero e investigador de la Universidad Nacional, Iván Sarmiento Ordosgoitia.
Sin embargo, la construcción de estas infraestructuras requiere que los ciudadanos pongan de su parte, caminen hasta allí para tomar el bus y solo bajen en ellos.
De esa disciplina dependerá que las frecuencias de las rutas se cumplan, un beneficio que todos esperan se cumpla: saber cuándo pasa el bus.
Via: Diario ADN
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