martes, 1 de octubre de 2013
“Junín y los pasajes deben ser centro cívico”
De la apropiación del verbo "juniniar" que hizo obligado pasearse por esta ruta peatonal del Centro en las últimas décadas del siglo pasado, hoy queda, más que la evocación, un llamado para que se recupere ese espacio vital para el encuentro ciudadano.
Con esa perspectiva, el escritor y estudioso de temas urbanos Darío Ruiz Gómez exhorta a las autoridades a que pongan en marcha un trabajo integral para "no perder la dimensión de la calle" porque una ciudad sin un centro cívico no existe y hoy casi que lo perdimos.
"Si tuviera más vida, pudiera estar lleno por las noches en los cafés, pero la delincuencia mató el Centro y quién vuelve a las tertulias", se queja el escritor y pone como ejemplo que en Madrid sacaron los delincuentes de ese espacio que se recuperó para sus habitantes.
La permisividad nos va a matar, reclama, y anota que hay casi una protección del delincuente contra el ciudadano.
Su reflexión se apoya en que Medellín tiene una "dotación" de pasajes peatonales única en el mundo, que se concibió con un planteamiento urbano.
Aquí se confunde lo colonial, que en Medellín no existe, afirma, y se olvida que es un planteamiento novedoso donde Junín se plantea como una calle mayor moderna, al estilo de las ciudades norteamericanas, primero con almacenes, heladerías y luego con los grandes edificios de su entorno.
Había, continuó, un urbanismo muy norteamericano en la avenida La Playa, con grandes mansiones a lado y lado, adornadas con árboles inmensos, típicos de las ciudades del Golfo de México (E.U.).
"Esa ciudad la borraron por completo", asegura.
Ruiz Gómez sostiene que en esa configuración se pensó la calle donde uno va a mostrarse, a exhibirse, tanto que en la época de la alcaldía de Ignacio Vélez Escobar hubo el concurso de la pareja mejor vestida de Medellín.
Así se agregaron otros como el pasaje Astoria, para salir a Palacé y a la avenida Primero de Mayo o el Roberesco para llegar a Maracaibo y el Club Unión quedó en una especie de claustro.
Según el analista, esto "es único y un logro urbanístico que debe ser consagrado como patrimonio de ciudad" porque se pueden dar vacíos con funcionarios que mandan a tumbar lo que sea.
¿Y cómo se gestó? Darío Ruiz recuerda que esa configuración espacial es un legado vivo de Ricardo Olano, un empresario y mentor de la Sociedad de Mejoras Públicas que conoció el urbanismo de Estados Unidos y Europa en 1935 y lo planteó aquí.
En esa tarea lo acompañaron arquitectos como Martín Rodríguez, el autor del Palacio Municipal, y Nel Vásquez, un gran planificador.
Como recalca que este escenario urbano es único en Colombia y el mundo, insiste que tiene que subsistir y no se puede dejar abandonado.
Ante la queja, Jorge Iván Giraldo, gerente del Centro, coincide en que hay unos ejes conectores vitales para la movilidad peatonal y el goce del espacio público: Carabobo, Bolívar, Palacé, Junín, La Playa y la Oriental.
Un eje fundamental como Carabobo, dice, debe unir el sector de La Alpujarra y Plaza Mayor con los actuales y futuros desarrollos del Norte: la U. de A., Parque Explora, Jardín Botánico, Ruta N, el San Vicente.
Si bien la idea es lograr un corredor tranquilo con ofertas de cafés y de comercio, tipo Las Ramblas (y Bolívar ya tiene espacios generosos en el trazado definido por el metro), admite que entre la avenida de Greiff y La Paz hoy el asunto es difícil por su deterioro, y por eso se efectuó la intervención en Barbacoas.
"La comunidad quiere cosas rápidas, pero no es fácil. Hay históricos acumulados", afirma.
La idea, según Giraldo, es hacer corredores de calidad y no se está distante de ello, con inversión en amoblamiento y aspectos estéticos.
Pero lo fundamental, advierte es el elemento de seguridad y la recuperación de unas zonas, no hacer lo segundo sin atacar la prioritario.
Para el aspecto de seguridad, subraya, hay una ruta trazada con el trabajo conjunto de la administración y sus vicealcaldías, la Policía y la Fiscalía.
El funcionario notifica que el propósito en el corto plazo es intervenir cada una de estas zonas y dejar trazado su futuro en el POT para convertir una cantidad de circuitos entrelazados para el peatón. "Coincidimos con Darío Ruiz, pero lo primero es seguridad", plantea el gerente del Centro.
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